Algunos métodos de detección de los condilomas acuminados o verrugas genitales

Por Dinah García
La infección por el Virus del Papiloma Humano propicia la aparición de verrugas genitales o condilomas acuminados, casi siempre debido al contacto con personas que tienen este tipo de alteraciones en la piel, incluso cuando aún no hayan desarrollado condilomas pero, son portadores.

Los condilomas acuminados o  verrugas genitales, comúnmente se diagnostican por medio de una inspección visual cuidadosa que realiza el personal médico tanto de la base del pene, escroto (piel que recubre al testículo), además en las ingles, pubis, vulva, labios mayores y menores.

Cabe aclarar que no es necesario presentar este tipo de alteraciones en la piel para sospechar de infección por el Virus del Papiloma Humano, por lo que se recomiendan más exámenes a quienes tengan factores de riesgo. 

También existe la prueba de ácido acético. Se una utiliza solución de esta sustancia, para ayudar a identificar las verrugas sin relieve; mediante frotación de la zona genital con gasa o algodón mojado en dicho ácido. De esta forma, los condilomas o lesiones que no se observan a simple vista, aparecen como áreas blanquecinas. Sin embargo, esta prueba no es específica para las verrugas, lo que significa que se puede confundir piel normal con tejido afectado por Virus del Papiloma Humano, por lo que es conveniente que además se realicen otras pruebas. Este método de detección se puede realizar tanto en hombres como en mujeres, en pene, uretra, vagina, vulva, labios mayores y menores,  cuello del útero y ano. 

En el caso de las mujeres es importante la realización de la prueba citológica, la cual ayuda a encontrar células anormales en el cuello uterino que podrían deberse a infección por el virus y convertirse en cáncer con el paso del tiempo. No obstante, este procedimiento solo se hace de manera periódica en mujeres y  por vía vaginal, pero debido al incremento de casos de cáncer anal debido al  Virus del Papiloma Humano tanto en hombres como en mujeres, se recomienda realizar una prueba similar en la zona anal, cuando se practica sexo anal o si lo han realizado alguna vez sin protección o con parejas que presentan condilomas. Los especialistas recomiendan llevar a cabo este examen cada seis meses. 

La colposcopia es un examen que se realiza mediante luz y un colposcopio  o lente especial parecido a un microscopio, con él se explora el cuello uterino y paredes vaginales en busca de lesiones o condilomas y con ayuda de solución de ácido acético o una solución a base de yodo se frotan el cuello uterino y la vagina, lo que remueve el mocus que recubre la superficie y resalta el tejido afectado.

De hallar áreas anormales el especialista tomará muestras de tejido para analizarlo mediante biopsia. Este procedimiento también puede ser adaptado para examinar el recto, en busca de condilomas o lesiones precancerosas, sobre todo en personas con factores de riesgo, es decir, aquellas que presentan verrugas alrededor del ano, o las que practican con frecuencia  sexo anal sin protección, y también quienes tienen múltiples parejas sexuales, además a quienes son grandes consumidores de alcohol y tabaco, presentan malnutrición o han sido diagnosticadas con VIH o Sida.

Otro de los estudios que se realizan para detectar verrugas genitales es la penescopia. Con este método se detectan condilomas en los genitales masculinos debidos a una infección con el Virus del Papiloma Humano, los cuales no se observan a simple vista. Consiste en introducir un endoscopio  o una pequeña cámara a través de la uretra para comprobar si hay lesiones.
Asimismo, se puede tomar una pequeña muestra de piel que se observa al microscopio aumentando cuarenta veces la imagen, pues el virus penetra en la piel o mucosas genitales a través de heridas pequeñísimas o microscópicas que no se perciben a simple vista. Pese a que es un procedimiento molesto para el paciente, no es doloroso, ya que previamente se aplica anestesia local, por infiltración o en crema. 

Otro método de detección es la prueba denominada de Captura de Híbridos, se trata de un tipo de exudado vaginal que permite detectar en forma directa el material genético o el ADN, de los tipos de Virus del Papiloma Humano de alto riesgo que generan displasias y cáncer de cuello uterino. Este procedimiento se recomienda a partir de los treinta años y permite determinar la permanencia o recurrencia de infección por este virus, que no ha podido ser combatida por el propio sistema inmunológico. 

Por último, está la prueba de reacción en cadena de la polimerasa, conocida también como PCR por sus siglas en inglés, se trata de una técnica in vitro que se recomienda para detectar, de entre los más de cien tipos del  Virus del Papiloma Humano que se conocen, con cuál específicamente se pudo haber infectado la persona. Para ello, se toma muestra de mocus del canal endocervical o de la uretra masculina y en ocasiones una pequeña porción de tejido. Es indoloro, muy rápido y complementa el diagnóstico con la colposcopia.

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