Autorresponsabilidad

Por Maivy Cruz
Nadie puede cuidarnos mejor que nosotros mismos. Nadie responde por nuestra vida más que nosotros mismos. Por eso, cuando hablamos de preservar nuestra salud, la autorresponsabilidad es la clave. Desde niños nos enseñan a hacernos responsables de nuestros actos.

Cada acción tiene su consecuencia…”si te mojas, te puedes enfermar”, “si hace frío y no te abrigas, te puedes resfriar”. De esta manera, conocemos las herramientas para garantizar nuestro bienestar, si lo hacemos o no, es cuestión de decisiones.

Si estamos sanos o enfermos, se debe en gran medida a las decisiones que tomamos, al estilo de vida que llevamos… amén de que existan factores externos que condicionen la aparición de muchas enfermedades. Pero si nos enfocamos en la necesidad de practicar hábitos saludables, las posibilidades de padecer algún mal podrían reducirse.

En el caso de las enfermedades transmitidas por el vector Aedes Aegypti, es un buen ejemplo, para ilustrar lo anterior. La responsabilidad para mantenernos alejados de este mosquito, las tenemos muchas veces en nuestras manos, desde la realización del autofocal en viviendas, centros laborales hasta la limpieza del entorno; no contribuir a la proliferación de microvertederos hasta permitir que se realice el tratamiento adulticida siempre que sea necesario. Por otra parte, el contagio de las infecciones de transmisión sexual también depende de nuestra actitud. El empleo de preservativos es la manera más simple de preservar nuestra salud y alejarnos de enfermedades como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), por ejemplo.

Estamos de acuerdo entonces en que la autorresponsabilidad en la salud, es todo aquello que seamos capaces de hacer para mantenernos saludables, pues como decíamos al inicio, nadie podrá cuidar de nosotros, mejor que nosotros mismos.