Benicio del Toro: Mi amor por Cuba viene desde niño
Cuando se le pregunta a Benicio del Toro
si vio el “tráiler” de la nueva película de Star Wars, su respuesta se
evidencia en su rostro y no expresa nada más que satisfacción.
“No pasaron por alto ningún detalle, lo cual es muy bueno”, sostuvo
sonriente el actor, quien por nada del mundo suelta prenda sobre su rol
en el filme, un papel que ha causado revuelo en las redes sociales, pues
los rumores típicos de la industria lo ubican en el “lado oscuro de la
fuerza”.
“Esto va a funcionar, va a funcionar”, expresó el actor ganador del Oscar por la película “Traffic”.
“Star Wars: The Last Jedi”, es la octava parte de la popular secuela de ciencia ficción.
El nuevo “trailer” se dio a conocer la semana pasada y tiene a los
fanáticos especulando sobre cuál será el argumento de la nueva entrega.
Del Toro se encuentra en Gibara, un poblado pesquero de unos 30,000
habitantes en Holguín, Cuba, que ha tomado notoriedad por su amor a las
películas, para participar del Festival Internacional de Cine que aquí se celebra anualmente.
El evento es organizado por su amigo y también actor, el cubano Jorge Perrugoría,
con quien, bajo la moderación del intelectual Reynaldo González,
realizó la víspera un conversatorio para hablar de su experiencia como
un actor latino en Hollywood.
En Cuba me siento como en casa
Del Toro siente que su amor por Cuba viene desde que era
niño, cuando un contacto con el otrora poderoso equipo de baloncesto
cubano le abrió las puertas a una cultura hasta entonces desconocida
para él.
Por aquellos días, Del Toro tenía 12 años y su padre decidió que el
mejor pasatiempo de las vacaciones de verano era enviarlo junto a su
hermano a ver todos los juegos del torneo de baloncesto de los Juegos
Panamericanos de 1979 en San Juan.
“Mi papá nos soltaba por la mañana y nos recogía por la tarde”, recordó Del Toro, un fanático acérrimo del baloncesto.
“Entonces, yo siempre me acercaba al equipo de Cuba, porque eran
graciosos y conectábamos. Me hice amigo del gran jugador cubano Ruperto
Herrera y siempre que Cuba jugaba los iba a apoyar. Al final del torneo le pedí la camisa, él me la dio y así rompí el embargo”, agregó el actor provocando las risas del auditorio.
El condecorado actor recuerda que en aquel entonces se vivía un clima
político tenso, que provocaba que el equipo cubano fuera escoltado todo
el tiempo en su ruta a la cancha.
“Eran tiempos difíciles, feos. Al equipo cubano lo escoltaban
constantemente, porque era la guerra fría. Fueron los años en que
Estados Unidos boicoteó los Juegos Olímpicos de Moscú (1980)”,
recordó. Desde ese momento, el cotizado actor boricua ha “estado
pendiente” de Cuba y su evolución, una relación que lo ha llevado a
experimentar todo tipo de historias con el pueblo cubano, país en el cual se siente como en casa.
Siempre, desde jovencito, he estado pendiente de Cuba. En
Puerto Rico, cuando yo me crie, no se sabía mucho de Cuba, porque la
historia de Cuba no se enseñaba en la escuela, no se sabía del Che, eso
lo tenían guardado.
A mí, por mi personalidad, siempre me interesó la historia de Cuba y conocer a Cuba”, expresó.
“Cuando llegué a Cuba por primera vez me sorprendió que fue como dar la vuelta y llegar a casa de nuevo… Siempre me he sentido muy a gusto y me identifico mucho con el pueblo cubano de muchas maneras.
Siendo puertorriqueño hay una similitud en cultura, son muchas las
conexiones, hasta físicas, porque veo a gente aquí que se me parece a
gente que conozco en Puerto Rico. Puedo pasar por una calle y decir,
‘mira aquel se parece a un amigo de Río Piedras’”, sostuvo sonriente y
relajado.
“Estoy muy contento de estar aquí. No había tenido la oportunidad de
venir al Oriente de Cuba y ha sido una gran experiencia. Me encanta la
gente y el calor de Gibara”, afirmó el puertorriqueño, quien está sumido
en diversos proyectos, como las películas “Avengers: Infinity Wars” y
“Soldado”.
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