Vicentina Antuña y su contribución a la pedagogía y cultura cubanas



El 22 de enero de 1909, en el poblado de Güines, en la actual provincia de La Habana, nació Vicentina Antuña. Durante su vida sobresalió como una figura dentro de la pedagogía y la cultura cubana. Graduada de doctora en Filosofía y Letras en Pedagogía, realizó una importante labor en el campo de la docencia en nuestro país y también desempeñó algunas responsabilidades en distintas instituciones, entre ellas la de presidenta de la Comisión Cubana de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Durante la dictadura de Fulgencio Batista, colaboró con el Movimiento 26 de Julio. Por su proyección personal e idoneidad fue Fundadora y Secretaria del Movimiento por la Paz, desde 1948.

Comenzó a trabajar en 1933 como maestra en la Escuela Anexa de la Universidad de La Habana y desde 1934 como profesora de la bicentenaria Universidad de La Habana.

Fue profesora de Lengua y Literatura Latinas, Jefa del Departamento Filológico de la Escuela de Letras de la Universidad de La Habana, centro del que llegó a ser su Directora.

Su amplio dominio de las lenguas clásicas y de la pedagogía de la lengua materna se evidencia en los textos publicados a lo largo de su vida por distintas editoriales para asignaturas que abarcan las disciplinas de Español, Lectura, Lectura Literaria, Escritura, Redacción y Composición, Literatura General e Infantil, Metodología de la Enseñanza de la Lengua Materna… dentro de la educación preescolar, primaria, secundaria básica, preuniversitaria, superior y especial relacionadas con la formación y el perfeccionamiento del personal pedagógico.

En el aspecto humano, realizaba obras de asistencia social entre sus vecinos más necesitados y con cuantos a ella se acercaban en busca de ayuda. No hacía diferencia alguna entre los que la trataban. Nadie se quedaba en el camino, si de ella dependía, y no desaprovechaba la oportunidad de enaltecer el trabajo de los que con ella colaboraban.


En sus dos últimos años de vida ya estaba muy enferma, pero no dejó de atender sus obligaciones en la Comisión Cubana de la UNESCO, en su Cátedra Universitaria y en la Subcomisión de Español-Literatura de Ciencias Pedagógicas.

Se considera a Vicentina Antuña, una promotora cultural, animadora tanto de tertulias y círculos estudiantiles como de importantes proyectos de difusión de las artes en la antigua Sociedad Lyceum, a cuya directiva perteneció. Su mayor mérito es el de haber contribuido a la formación humanista de varias generaciones de profesionales, artistas e intelectuales que han brindado valiosos aportes al universo cultural. Murió el 8 de enero de 1993 en La Habana.

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