La mala memoria no siempre es síntoma de enfermedad de Alzheimer
Muchas
personas piensan que la mala memoria es la primera señal de la
enfermedad de Alzheimer, sin embargo, en los últimos años, los
científicos han aprendido mucho sobre este tema y por qué algunos tipos
de problemas de la memoria son serios, pero otros no lo son tanto. La
mala memoria puede ser una parte normal del envejecimiento. Hoy se
conoce que con el envejecimiento ocurren cambios en todas las partes del
cuerpo, incluyendo en el cerebro.
Como
resultado, a algunas personas les puede tomar más tiempo aprender algo,
así como no recordar información tan bien como lo hacían antes, otros
pierden cosas con mucha frecuencia como es el caso de los espejuelos o
las llaves. Todos estos eventos, son usualmente señales de problemas
leves de mala memoria, no de algo más serio. De igual forma se infiere
de estos estudios que algunos adultos mayores no se desempeñan tan bien
como los más jóvenes cuando completan pruebas de memoria compleja o de
aprendizaje.
Como
resultado de estas investigaciones los científicos encontraron que si
se les da suficiente tiempo, los adultos mayores saludables pueden
desempeñarse igual de bien que los jóvenes en estas pruebas. De hecho, a
medida que envejecen, los adultos saludables usualmente mejoran en
áreas de capacidad mental tales como el vocabulario.
Lo
importante es estar conscientes de que se puede hacer mucho para
mejorar la agudeza mental. Existen una variedad de técnicas que podrán
ayudarle a permanecer saludable y a mantener sus capacidades mentales.
Por ejemplo, se recomienda planear actividades, hacer listas de lo que
se debe hacer, auxiliarse de notas y de calendarios.
Otros
recuerdan mejor algo si mentalmente realizan conexiones con aspectos
significativos, como un nombre familiar, una canción, un libro o un
programa de televisión. Asimismo se recomienda desarrollar intereses o
pasatiempos y mantenerse involucrado en actividades que puedan ayudar
tanto a la mente como al cuerpo. Para preservar nuestra memoria es
importante de igual forma participar en actividades físicas y hacer
ejercicios físicos con regularidad. Varios estudios asocian las
caminatas con un mejor funcionamiento del cerebro, a pesar de que se
necesitan más investigaciones científicas para decir con seguridad si el
ejercicio puede ayudar a mantener la función del cerebro y prevenir o
retrasar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Ahora bien, lo que
sí es seguro es que mejoran el riego sanguíneo hacia este importante
órgano.
Otra
recomendación para mantener la salud mental es limitar el uso de
alcohol. Por estudios realizados se conoce que beber mucho o tomar
cantidades excesivas en periodos muy cortos de tiempo, pueden causar
pérdida de la memoria y daño permanente al cerebro a largo plazo.
Por
otro lado, es recomendable buscar actividades tales como ejercicios o
pasatiempos, que permitan aliviar las sensaciones de estrés, ansiedad o
depresión, que son causas conocidas de dificultades con la memoria. En
no pocas ocasiones la mala memoria está relacionada a cuestiones de
salud que posiblemente pueden ser tratadas. Por ejemplo, los efectos
secundarios de algunos medicamentos, una deficiencia de vitamina B12, el
alcoholismo crónico, tumores, infecciones en el cerebro o coágulos de
sangre en este órgano también son causa de pérdida de la memoria y
posiblemente también de demencia. Asimismo algunos trastornos de la
tiroides, de los riñones o del hígado se cuentan dentro de los factores
de riesgo. En estos casos es necesario acudir al médico sin perder
tiempo para poder tratar condiciones médicas como éstas lo más pronto
posible.
Problemas
emocionales tales como el estrés, la ansiedad o la depresión, casi
siempre hacen a una persona más olvidadiza y esto a veces se confunde
con una demencia. Por ejemplo, alguien que recientemente se ha jubilado o
que trata de sobrellevar la muerte de un esposo o esposa, familiar o
amigo se siente triste, solo, preocupado o aburrido y cuando trata de
lidiar con todos estos cambios de la vida, es presa de la confusión y
recurrentes episodios de olvidos.
Es
importante saber que la confusión y los problemas de memoria causados
por emociones, usualmente son temporales y desaparecen en la medida en
que esos sentimientos se disipan. Los problemas emocionales pueden ser
aliviados con el apoyo de amigos y familiares, pero persisten por mucho
tiempo, es necesario buscar ayuda de un médico, quien podrá remitir al
paciente al psiquiatra o psicólogo. El tratamiento puede incluir
consejería, medicamentos o ambas cosas.
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