¡Cuidado con la pastillita…!
Ser
dependientes a una sustancia compromete nuestras vidas y por ende nos
lleva por el camino de la adicción, las malas compañías y la muerte.
Desde
hace muchos años, Cuba, una de las naciones más reconocidas en temas de
salud a nivel mundial, ha desarrollado intensas campañas para disminuir
el consumo de drogas y sustancias que afectan considerablemente al
organismo. Pese a ser un problema que golpea a la humanidad, existen
personas que –conscientes o no- se vuelven a diario adictas a
medicamentos. ¿Justificaciones? – demasiadas, que si los nervios, el
problema que no se resuelve, la enfermedad que se agudiza, ¡en fin!,
miles de excusas que nos exponen cada vez más a estas sustancias y solo
auguran dependencia.
Estudios
que se realizan en distintas regiones del planeta demuestran que la
causa de la drogadicción y la farmacodependencia se desconoce. Lo que se
conoce científicamente son los genes del individuo (persona), la acción
de las drogas, la presión de compañeros, el sufrimiento emocional, la ansiedad, la depresión y el estrés pueden
ser todos factores o causas de estos. Motivos y más motivos… pero si se
dedica a analizar por un minuto, no traen mejoras y mucho menos
resuelven nuestras preocupaciones.
El
abuso de las drogas puede también perjudicar a otros, por ejemplo: el
dinero con que son pagadas las drogas puede privar a la familia de
satisfacciones vitales como comida o ropa. El discutir los problemas y
situaciones de la adicción puede generar conflictos familiares. Si una
mujer embarazada toma drogas sin control médico puede ocasionar
malformaciones genéticas en el nuevo ser que está en gestión. ¿Aun así
es usted capaz de darse cuenta de los daños que trae asociado?
Mi
criterio en este tema, va a lo personal de cada uno de los individuos.
La familia tiene una alta responsabilidad a la hora de convivir con un
miembro adicto a cualquier medicamento; no nos podemos dejar llevar por
las situaciones antes expuestas, y lo que puede comenzar con una
Dipirona o una Aspirina pudiera terminar con otras que apagarían
nuestras vidas.
Como
dice el slogan “mejor no empezar”. Consulte al médico; aproveche las
oportunidades que ofrece el sistema de salud pública con la Casa de
Orientación y el Centro de Salud Mental. De su conducta depende la de
sus hijos, familiares, vecinos… La farmacodependencia y las drogas se
disfrazan a diario; en ello está la precaución de todo ser humano,
porque en estos temas debemos tener los ojos bien abiertos y la mente en
función de una vida placentera, saludable y sin cadenas…
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