El alcoholismo femenino




Es un hecho comprobado que el alcoholismo femenino muestra un notable incremento en todo el mundo. Se trata de un fenómeno asociado a la mayor vulnerabilidad biológica, psicológica y social de la mujer y también está relacionado con  la magnitud de los problemas que giran a su alrededor.
 
No se puede negar que las últimas décadas, han sido testigos de importantes cambios en la vida social de la mujer. Las primeras modificaciones del rol femenino se escenificaron en la familia, cuando millones en todo el mundo, se lanzaron al mercado del trabajo y pasaron del interior de sus hogares, a vivir de un modo muy intenso puertas afuera. A la par, comenzaron a debatirse temas silenciados durante siglos como: la maternidad, el sexo, su lugar dentro de la pareja, su papel en la familia, entre otros muchos, de tal manera, que aquellos roles asignados desde la antigüedad, fueron modificados con relativa rapidez, por la acción de los factores sociales.

En los últimos tiempos se dejó de asociar al alcohol con la virilidad, una razón más, para ganarse las voluntades femeninas. Por otro lado, se relacionó más a festejos, reencuentros familiares y eventos sociales, todo lo cual,  influyó en que la sociedad aceptara con agrado, que la mujer beba en reuniones y en establecimientos públicos. Nos alegramos que así sea, pero no podemos dejar de reconocer que estos son elementos facilitadores para que aparezca el alcoholismo en la mujer.

Según los especialistas existen muchos factores que llevan al sexo femenino a consumir alcohol, la mayoría, relacionados con sus reacciones ante determinados sucesos. No se niega tampoco como elemento facilitador del alcoholismo en las féminas, el estrés que condiciona la vida moderna y los problemas de baja autoestima. Asimismo está descrito en la literatura médica, que pueden llevarlas al abuso de las bebidas alcohólicas la pérdida de la fertilidad en el período climatérico, la separación de los hijos y la ruptura de la pareja. 

No se puede negar, que las tensiones vividas en los roles de madre, esposa y ama de casa y los sentimientos de frustración que acompañan a estos momentos de tensión, están acompañados por la insatisfacción de las expectativas personales, tanto en el hogar como en el trabajo, y todos estos son factores de riesgo, para que comience un proceso de alcoholización.

Algo que predispone más a la mujer a padecer alcoholismo es que durante períodos prolongados bebe en solitario, por esta razón es breve el lapso que media entre los aparentes primeros problemas con el alcohol y las graves manifestaciones de dependencia física que se hacen evidentes. Muchas veces sus familiares se dan cuenta de la situación, cuando aumenta la frecuencia de  accidentes domésticos, o cuando es protagonista de un accidente del tránsito  por conducir en estado de embriaguez. La familia si no está muy al tanto, puede detectar tarde su problema con el alcohol. 

Algunas veces, reaccionan cuando  los daños a la salud son ya serios o los conflictos en el seno del hogar se hacen insoportables.

Según estadísticas de diversas investigaciones realizadas se conoce, que el alcoholismo en la mujer está muy relacionado con una historia familiar de abuso de alcohol. Se sabe además por  estos estudios, que la existencia de alcohólico paterno, es en alto grado determinante para que una mujer presente también adicción a este tóxico. Otra de las conclusiones de los especialistas en el tema, es que en los casos con antecedentes familiares de alcoholismo, se produce un inicio más temprano del abuso, tienen un peor pronóstico y una mayor asociación con otros trastornos psiquiátricos. Es por eso que se le da mucha importancia en la actualidad, a los mecanismos genéticos y a los patrones familiares, como elementos importantes en el reforzamiento de la transmisión del alcoholismo a través de una generación.

Claro, le hablo de una tendencia, porque sabemos que convertirse o no en una persona adicta, depende mucho también de la autoestima de la persona, de la manera en que afronte las dificultades o de cómo reaccione ante los diversos eventos negativos de la existencia.

Los estudios psicológicos realizados en distintas latitudes a mujeres alcohólicas reflejan la existencia de un grado significativamente alto de depresión, pobreza en su autoestima, afectación en la forma de afrontar sus sentimientos y actos agresivos.

La mujer cuando tiene hijos, debe pensar en ellos y alejarse del alcohol, pues ya se habla de la llamada herencia psicológica para hijos de padres alcohólicos, quienes llegan al alcoholismo por imitación o rechazo de los patrones paternos. También este patrón familiar puede llevarlos al casamiento con una pareja alcohólica o a una conducta de total abstinencia.

Por Dinah García

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