Los ancianos necesitan cariño para vivir con calidad
Los adultos mayores son como los niños pequeños, con la
diferencia de que ya han viajado a través del tiempo y se cansan con mucha
facilidad, su memoria se vuelve ineficiente y cualquier acontecimiento les
afecta mucho más que a aquellos que no
han vivido muchos años. Es la cuenta regresiva que indica la llegada de la
vejez, un período que tiende a disminuir las capacidades de los individuos. Por
estas y muchas razones, la familia que rodea al anciano debe tomar conciencia
de que al llegar al ocaso de la vida, los seres humanos se vuelven más
temerosos, se resisten a los cambios de cualquier índole, son más endebles ante
las enfermedades y a veces se convierten en personas intolerantes.
Es necesario que los miembros del seno familiar, tanto
los padres, como los nietos y los hijos de los ancianos, les ofrezcan la mayor
comprensión y apoyo posibles, ya que es una etapa de la vida en la que aparecen
diversos trastornos, aunque se pueden encontrar otras alternativas para hacerla
más llevadera, a pesar de las limitaciones.
Si los adultos mayores no encuentran apoyo ni
comprensión entre sus familiares, el tránsito hacia la tercera edad es muy
difícil, lo cual agrava aún más los trastornos y enfermedades que estos pueden
padecer debido al proceso de envejecimiento.
Considero que la familia juega un papel fundamental en
la actitud que toma el adulto mayor, puede ser positiva o negativa, todo está
en el tratamiento que se le brinde a ese anciano que vive en el hogar. Si es
tratado con cariño, su salud estará bien y podrá disfrutar de la vida con
calidad, si por el contrario, recibe maltratos, su salud se verá afectada
considerablemente y hay un punto clave que debemos tener presente: algún día
nosotros también seremos ancianos.
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