El mar, un recurso natural de inestimable valor
Esta
celebración fue establecida por el Consejo de Administración de la
Organización Marítima Mundial (OMI), en su trigésimo-octavo período de
sesiones. El primer Día Marítimo Mundial fue celebrado el 17 de marzo de
1978, durante el cual entró en vigor la Convención de la Organización
Consultiva Marítima Intergubernamental (OCMI).
En
1980, la Asamblea de la OMI decidió que el Día Marítimo Mundial debía
observarse durante la última semana de septiembre, determinando cada
gobierno que día de la misma se dedicaría al festejo y destaca que la
convocatoria del día mundial es para preservar la seguridad de la vida
en el mar y prevenir la contaminación marina.
Para
ello cuenta con un logro importante que es la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que reúne un conjunto de normas
que rigen todos los usos del mar, entre ellas la navegación, la
investigación y la pesca.
La
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar fue firmada
en Montego Bay, Jamaica el 10 de diciembre de 1982, incluyendo en un
solo instrumento el régimen de las zonas marítimas, adoptando el régimen
de los fondos marinos y finalmente en el año 1994 es cuando se logra el
acuerdo en el que se da forma a la autoridad de los fondos marinos, que
es la directamente responsable de la organización de la exploración y
explotación de los fondos marinos en la zona.
Este
importante día necesita el apoyo de todos, pues gracias al mar se
mantiene el equilibrio entre las especies que lo habitan y también en la
tierra. El mar es necesario para mantener este equilibrio: desde
proporcionar agua potable hasta la gran variedad de especies que en él
viven.
El
agua marina contiene los 89 elementos presentes en nuestro organismo,
además de vitaminas y microorganismos existentes en el plancton, que
liberan sustancias antivirales, antibacterianas y hormonales. La piel
humana tiene la capacidad de absorber fácilmente todos esos elementos y
de beneficiarse de ellos –no hay más que ver la mejora que produce el
agua marina en procesos como la dermatitis, el acné, la psoriasis,
heridas que tardan en sanar.
Al
igual que todo el organismo, de la cabeza a los pies. La cosmética de
vanguardia lo tiene claro: los minerales presentes en el agua de mar son
actualmente el foco de sus investigaciones y ya se empiezan a ver
productos de todo tipo –desde cremas a lociones, pasando por suplementos
nutricionales y productos capilares– que intentan trasladar a la piel,
el cabello, las uñas... ese cóctel benéfico que ofrece el agua de mar.
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