Magisterio ariguanabense: una maravillosa historia que debe conocer
Por Luis Alberto Domínguez Hernández
Una
de las labores más nobles del ser humano es precisamente el magisterio.
Proveer información y conocimientos a los desposeídos es un modo único
de liberarlos y prepararlos para enfrentar la vida con el arma de la
razón.
Por
tal motivo, nuestro sitio se dio la tarea de conversar con el
historiador de San Antonio de los Baños, el distinguido profesor, José
Miguel Delgado. Luego de varias horas de encuentro se pudo desentrañar
una parte importante de la maravillosa historia del magisterio local,
revelaciones que ahora ponemos a su consideración y que seguramente
serán de mucha utilidad.
Profesor, ¿Siempre hubo escuela en San Antonio de los Baños?
Realmente,
no. En el momento de fundación de la villa, el marqués prometió crear
una escuela. Lo cierto es que nunca lo hizo. Sino que pagó un maestro
que daba clases a niños de la localidad, pero fundamentalmente a
pequeños provenioentes de familias con buena posición económica. Son
esos los primeros indicios de magisterio, no de escuela.
Realmente
el hecho se oficializa a principios del siglo XIX, con la fundación de
la escuela privada Santa Isabel, inaugurada en 1835. Esa fue la primera
escuela oficial del territorio. La dirigió Antonio Basadona, un italiano
y quedaba ubicada frente al parque central, en la esquina de 41 y 62.
Luego se establecieron otros centros de enseñanza.
¿Era público este centro?
La
escuela de Basadona no lo era. Es en 1836 cuando se inaugura la primera
escuela pública en San Antonio de los Baños, su nombre fue Santa
Cristina. Ubicada igualmente frente al parque central (donde después
estuvo el cuerpo de bomberos). Fue creada por la Diputación Patriótica
de la Villa y su primer director fue José Cornelio Díaz, uno de los más
antiguos maestros de la localidad.
Háblenos sobre la calidad de la docencia.
Aquí
los maestros se distinguieron por ser muy buenos y abnegados. Estaban
muy bien preparados, claro el contexto lo exigía. La mayoría de los
maestros antes del triunfo revolucionario eran además pianistas,
directores de orquesta y otras profesiones, en aquellos tiempos era muy
difícil vivir únicamente del magisterio. Por este motivo tenían y
transmitían una gran cultura a sus discípulos. Un ejemplo fue Odilio
González, destacado martiano y promotor de cultura. Entre sus creaciones
destacan el lunes de la biblioteca, la revista Iris, el Ateneo del
Ariguanabo. Hubo muy buenos maestros.
Decía usted abnegados, ¿por qué exactamente?
Por
las condiciones que tenían que enfrentar y siempre mantuvieron una
actitud sobresaliente. Lo demostraron durante las dos mayores crisis
salariales, una durante la reconcentración de Weyler y la otra durante
el Machadato, cuando estuvieron cerca de seis meses sin cobrar y nunca
faltaron a clases. Los maestros ariguanabenses infundieron un espíritu
patriótico y de cubanía dentro de su estudiantado.
¿Hubo algún otro momento difícil?
Si,
muchos más. Pero te propongo conocer sobre los que más afectaron y esos
fueron las dificultades materiales de los centros. Como en casi todo el
país, la escuela pública en el municipio fue bastante desatendida
durante la etapa neocolonial. No tenían presupuesto, se encontraban
ubicadas en edificios casi en ruinas.
Hubo
en los inicios escuelas independientes para varones y para niñas. Y en
ocasiones muchas de ellas se fusionaron en algún momento debido al
deterioro o destrucción de algún centro. Entonces las hembras asistían
en las mañanas y los varones por la tarde.
Durante
las décadas de los 40 y 50 la escuela pública estaba muy deprimida,
tanto que comenzaron a proliferar escuelas privadas, aquí tuvimos varias
academias de esa índole, además de la Santa Infancia que tenía un
carácter religioso. Pero ya te digo, se encontraba en tal estado la
educación pública que los padres optaban por estas variantes.
¿A qué atribuye aquella situación?
Algunas
veces estuvo asociada a las crisis económicas que vivió el país y otras
al abandono gubernamental. Recordemos a los gobiernos auténticos,
cuando se destinaron cuantiosos recursos a la educación y fueron
saqueados. El ministro era José Manuel Alemán, este se robó millones de
pesos destinados a las escuelas y al desayuno escolar. Alemán se hizo
millonario con el robo de esos presupuestos y durante la dictadura de
Batista ocurrieron sucesos parecidos.
Quisiera
que nos hablara ahora sobre individualidades del magisterio. Esas
personas que no se pueden dejar de mencionar cuando se toca el tema de
la educación local.
Han sido muchos, pero trataré de hacer un recuento. Muy bien, lo escucho y lo leen.
Empecemos
por la etapa colonial. Allí destacaron María Regla Pérez, maestra de
maestros, quién preparó a más de una treintena de maestros locales. Tal
fue su legado, que después de la intervención de los Estados Unidos, la
escuela número cuatro de niñas llevó su nombre. Otro pedagogo de la
época fue José María Navarrete, capitán del ejército libertador y uno de
los grandes docentes de San Antonio, director de escuelas y muy
respetado. Ambos, maestros de escuelas públicas.
En
otro momento se destacaron otros como Conrado Castillo, uno de los
fundadores del movimiento 26 de julio. También Olivia Mantilla, poetisa y
periodista, fundadora de la primera revista para mujeres y la primera
mujer concejal del Ayuntamiento.
Sin embargo no todos tenían donde dar clases.
Efectivamente,
muchos de los buenos maestros fueron suplentes. Tener un aula en
aquellos tiempos era muy difícil, entonces empezaban por allí. Se
presentaban en las aulas cuando algún otro profesor se ausentaba o
tomaba vacaciones. Entonces cuando alcanzaban cierto nivel de
experiencia, optaban por un salón fijo.
¿Cuál era el mayor reconocimiento para los maestros locales?
En
San Antonio se les dio a los educadores un título público, denominado
“Maestro de la Juventud ariguanabense”, que fue el mayor reconocimiento
que podían recibir. Era algo muy grande para ellos. Algunos docentes con
este galardón fueron, Julio Rosas, gran escritor, cuyo nombre lleva la
biblioteca municipal. Pedro Pablo Salas, uno de los hombres más eruditos
de la villa y otros, fundamentalmente de escuelas públicas.
Si pudiera mencionarnos otros maestros, sé que deben quedar varios nombres.
No
se puede hablar del magisterio en el municipio sin mencionar a Ana
Núñez Machín, “Hija Iliustre de San Antonio de los Baños” poetisa,
escritora e historiadora. Entre sus obras destaca un volumen de la
historia del municipio, que fue utilizada como material de estudio para
la enseñanza primaria, esto fue en 1962.
Luego
del triunfo revolucionario, hubo maestros populares, alfabetizadores.
Algunos dirigieron la campaña de alfabetización en la localidad. Ahora
pienso en Catalina Chávez, ella tiene en estos momentos 101 años de
edad, es “Hija distinguida” y decana de los maestros de San Antonio de
los Baños, hasta hace algún tiempo fue asesora en educación. Toda una
personalidad, tal como lo es Félix Romero de la Osa, otra figura
importante de aquellos antiguos maestros. Personas con inmenso amor por
la cultura y el magisterio.
La campaña de alfabetización constituyó un hito en el magisterio cubano, algún dato local que crea necesario mencionar.
Algo,
que pocos conocen y aprovecho este espacio para divulgarlo. En 1959 y
por orden del Comandante Camilo Cienfuegos se crea en la Base Aérea
local, un centro de alfabetización para los soldados rebeldes. Ese
espacio fue el primero de su tipo creado en el país.
Hubo
una característica cuando comienza la campaña de alfabetización, este
municipio fue considerado entre los de mejor nivel cultural y de
enseñanza del país, solo el 11 % de la población era analfabeta. Esto se
debió a una avanzada de enseñanza realizada en los años 40, cuando se
creó una escuela nocturna para pobres y negros. También se debe tener en
cuenta la gran cantidad de tabaqueros existentes en la localidad, estos
contaban con lectores de tabaquería y por lo tanto poseían un buen
nivel cultural.
Aún
así, el proceso se realizó. Vereda y Ceiba del Agua formaban parte del
municipio y se alfabetizó en esos lugares también. Fue un proceso
exitoso. El 25 de noviembre de 1961, el municipio fue declarado
territorio libre de analfabetismo, durante un acto realizado en el
parque central que contó con la presencia del Dr. Salvador García
Agüero.
Algún hecho relacionado con alfabetizadores del territorio.
Algo
breve pero muy interesante. Hubo un grupo de jóvenes ariguanabenses que
fueron a alfabetizar a Playa Girón y se encontraban allá en el momento
de la invasión mercenaria. Muchos se vieron involucrados en el conflicto
pero pudieron volver a casa. Entonces cuando todo se normalizó allá,
regresaron a terminar su misión.
Desearía usted agregar algo más.
Hablando
de magisterio en el Ariguanabo, yo no dejaría de mencionar a los
maestros de música. Por ejemplo Ramoncita Pasos, maestra general y de
música, quién además organizó coros y grupos musicales. Creo que este
claustro también merece el reconocimiento del pueblo.
La
historia local del magisterio tiene una larga historia y mucha
tradición. Conocerla y contarla es un homenaje a esos hombres y mujeres
que dedicaron tiempo, esfuerzo y paciencia para formar a generaciones de
cubanos. Porque como dijera el maestro José de la Luz y Caballero,
enseñar puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo. Y
cuantos evangelios no se necesitaron para alcanzar un pueblo tan educado
y culto como San Antonio de los Baños.
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