¿Dónde estás conciencia?
Carlos Enrique Rodríguez
Increíble, insólito, desacertado para los tiempos actuales. El episodio que les contaré sucedió en un camión de pasaje de Artemisa a Guanajay, en uno de esos viajes en que todos los pasajeros están agotados, muchos desean llegar a tiempo a su destino y la mayoría se olvida de la cortesía que se debe tener con las personas que padecen discapacidad, esas que aún siendo compañeros de viaje, pasajeros de pie, no despiertan la conciencia de los que sentados, disfrutan el entorno del paisaje como si no sucediera nada a su alrededor.
El
camión a plena capacidad, más de 30 personas de pie y en una de las
paradas abordó el “rumiante” transporte un ciego. Bastón en mano y con
la cortesía que todavía existe en algunos cubanos, dio las buenas tardes
y al tacto de su bastón, buscó ubicarse como mejor pudo hacerlo en el
pasillo del atestado camión de pasaje.
Calor,
frenazos para recoger personal fuera de la parada y empujones de aquel
despistado que se entretuvo y se le escapó la hora para bajarse, fueron
capítulos vividos por el invidente en su camino a Guanajay.
¿Nadie
lo vio de pie? ¿Era tanta la ceguera de los que le acompañaban que
superaba la del propio pasajero de espejuelos oscuros y bastón como
guía? ¿Dónde estás conciencia? me pregunté alarmado. Como alma salvadora
y en desenfrenado esfuerzo por llegar al discapacitado, una muchacha
que viajaba sentada, casi al final del camión, se percató de la difícil
situación que vivía ese cubano de pie y le cedió su asiento. ¡Aplausos
para la joven! ¿Tenía que ser una fémina la dispuesta y cortés ante una
escena de elemental valor humano? ¿Por qué otros no lo hicieron si todos
vieron subir el camión al pasajero ciego?.
¡Qué
lástima! Duelen en demasía escenas como estas que a diario pululan en
nuestras calles y avenidas. ¿De qué sirven entonces los mensajes
radiofónicos y televisivos que a diario se trasmiten por los medios
acerca de este tema? ¿Qué función tienen las señalizaciones en camiones,
guaguas o camionetas de identificar los asientos para personas con
discapacidad, si nadie los respeta?.
El
siglo 21 transita con premura y junto a él se denigran los valores
humanos. “Quítate tú pa ponerme yo”. “Lo mío primero” y “El que esté que
tumbe”, resultan consignas de actualidad en las personas sin
conciencia, que hacen de nuestro entorno un ir y venir con hostilidad y
descontrol.
¿Dónde
estás conciencia? Necesitamos de ti para vencer muchas batallas que
antes no existían y hoy resultan cotidianas. Ojalá no vuelva a
presenciar tan desagradable escena, porque todos, absolutamente todos,
somos propensos a una discapacidad.
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