Nuestros personajes más carismáticos
Nuestros
personajes más carismáticos
Amo tanto a mi pueblo que si yo no fuera
ariguanabense hubiera querido serlo.
Estas
palabras que escribiera el entrañable maestro de todos, con quien conversé
varias veces durante mi andar por el mundo periodístico me gustaron mucho y por
eso decidí hacerle un modesto homenaje: una remembranza de su libro Estampas
ariguanabenses, que recoge historias de personajes singulares de esta Villa, a
quien ya tengo como mi segunda casa.
Para
él mi eterno agradecimiento porque fue mi guía en las notas culturales que aún
escribo y siempre de alguna manera llevarán su huella.
Poco
a poco les iré acercando a los
personajes más conocidos de San Antonio de los Baños, seres que dejaron su
impronta en las calles y parques de este pueblo, en otros tiempos considerado
una joya patrimonial.
Cuco el bobo
¡Buenas
tardes! Hoy es jueves, mañana viernes… El sábado a cobrar y el domingo a la
iglesia. Ayer murió Manuela. A las cuatro la entierran. ¡Hasta mañana!
Este
pequeño fragmento era repetido una y otra vez en las casas que se tropezaba,
día a día. No era la descripción física que leerán más adelante lo que llamaba
la atención de todos, era precisamente este simpático diálogo consigo mismo que
algunos pobladores aún posiblemente recuerden.
Nuestro
Félix Romero lo describió de este modo:
“Flaco,
enjuto, con una cantidad de años que ya casi no le cabían en el cuerpo, paseaba
por el barrio de El Palenque de punta a cabo, apoyando su andar en un rústico
bastón de madera que en ciertas ocasiones se convertía en potencial arma
ofensiva”. Cuentan que ya un día no lo volvieron a ver, pero quedó en la
memoria de quienes le conocieron.
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